miércoles, 14 de enero de 2015

Invitación a la Libertad







Me gusta la gente que se sorprende cuando, después de un esfuerzo, decide seguir el último repecho y descubre un bello paisaje que le hace soltar un “ohhh…” y dibujar una sonrisa en su rostro… En ese preciso instante, piensa: “esto es, esta es la recompensa, mereció la pena”. Y con este pensamiento y sentir, continúa su vida, sabiendo que cualquier nuevo esfuerzo en su caminar, vendrá seguido de una gran recompensa… Y con este pensamiento y este sentir, se fortalece, espera con agrado nuevos retos… es más, va a buscarlos.

Me gusta la gente que se toma unos instantes para sentir el calor del sol en la cara y respirarlo… con la humildad y la sabiduría de sentirse una parte del gran Universo.

Me gusta la gente que se descalza en la hierba, en la arena o en las rocas y siente cómo la Tierra sujeta sus pies y le sostiene.

Me gusta la gente que decide salir de su “área de confort” y compra el pan en la tienda a la que nunca entró.

Me gusta la gente que decide salir de su “zona de seguridad” y ve una película que jamás pensó… y rompe la rutina para ir al teatro con gente que no conoce mucho.

… y decide mirar a los ojos a todas las personas con las que se cruza dando un paseo.

… y hace las maletas y se va a otra ciudad por una temporada… o no tan temporal.

… y decide parar y echar raíces en una casa que le resulta acogedora, dándose la oportunidad de reflexionar, sentir, comprender. Porque nunca lo hizo…

… y saluda a aquel vecino con el que nunca habló.

… y se viste con ropa que jamás pensó le pudiera gustar.

… y le dice a las personas que le manipulan ¡Basta Ya!

…y decide abrir los brazos, extensiones del corazón, para recibir todo el Amor y Bendiciones.

… y decide ser libre, tomar sus alas, aceptarlas, amarlas y batirlas bien fuerte para salir volando y ver cómo la línea del “área de confort” (su corralito de acción) se difumina cada vez más… hasta sentir que no hay límites… y cuando está allá, volando alto, comprende que aquella línea, la dibujó ella misma…. Y ella misma la borró.



viernes, 12 de septiembre de 2014

Yo Decido




Y pueden decir que vivo en una burbuja… ¿y quién no?

Elijo mi propia burbuja de sonrisas, amor, verdad, humildad, gratitud, creatividad…
Elijo mirar hacia ese lado, hacia esas personas que me miran de forma limpia y clara, hacia esos artistas, cantantes, bailarines, músicos, pintores, ingenieros… que crean desde el alma y me provocan un calorcito tierno en el corazón… y  elijo a esas personas que los saben ver y les dan una oportunidad.
Elijo mirar las nubes, el sol, las estrellas y los arco iris… porque son las ventanas al a inmensidad… al “Todo el Posible”.
Elijo mirar las flores, los animales, los insectos, los pájaros… porque ellos son vida, vida en este planeta.
Y elijo sonreír cuando miro y veo todo esto…
¿Ingenuidad? ¿Sueños? ¿Utopía? …
Alguien me dijo una vez que a lo que das espacio en tu vida, crece… elejí creerlo.


Y como elijo esta burbuja en mi vida, también la elijo para ti, para mi familia, para mis herman@s, para mi planeta, para mi Universo… Por ello no dejo de mirarlo, de darle espacio… y que crezca…
¿Te atreves a elegir tú también?

lunes, 14 de julio de 2014

El vuelo del Halcón



Y una amiga me cuenta, que cuando observa el vuelo de los halcones, recuerda que ha de elevar la mirada, situarse un poquito más alto para tomar perspectiva en su momento, en su vida… y así comprender.
Tomando perspectiva es como me doy cuenta del perfecto orden y tiempo de las cosas que suceden, de las casualidades no casuales…
Tomando perspectiva, me doy cuenta que la vida ya no me permite correr, que los caminos se abren paso a paso…
Tomando perspectiva, me doy cuenta que la única que tiene control de mi vida… es la propia Vida… y a ella me entrego.

GRACIAS AMIGA

viernes, 6 de junio de 2014

Una Tarde en la Montaña








    Una tarde en la montaña, me contaron que los árboles fueron a hablar a un corazón sensible, amoroso y dispuesto a escuchar.

Casi susurrando, los árboles se postraron ante este corazón y, saludándole con un bello gesto, le empezaron a contar que ellos, los árboles, están llenos de vida, tan llenos de vida como este corazón, quien sonrió al sentir esta verdad. Siguió sonriendo cuando los árboles, muy parlanchines, le contaban que deseaban ser abrazados, cuidados, escuchados… “¡Y quién no!”, pensó aquél corazón. Antes de retirarse, se saludaron de nuevo con un amoroso gesto, honrándose ambas partes y agradeciendo el encuentro.

Tras el tronco de un árbol, aparecieron hadas y duendes, juguetones, tímidos, como pidiendo permiso para ser escuchados también. Y le contaron… le contaron a ese corazón que son pequeños y que los pasos y pisadas fuertes les asustan. Ellos, hadas y duendes, viven en los bosques, en la Naturaleza, y les encanta jugar con los humanos, pero sus pasos fuertes les asustan. “Caminad en armonía”, le pidieron al corazón. Antes de retirarse, se despidieron con un amoroso gesto, honrándose ambas partes y agradeciendo el encuentro.

Y entonces se acercaron los Guardianes de aquella Montaña, honrando a aquel corazón que era capaz de escuchar y sentir. “Invita a tus hermanos a caminar por nuestros senderos, en las montañas, bosques, caminos,… siempre estamos, siempre hay guardianes que los van a proteger, a cuidar, a enseñar. No tengan miedo, les invitamos a convivir en armonía. Les estamos esperando”. Tras estas palabras, antes de retirarse, se despidieron con un amoroso gesto, honrándose ambas partes y agradeciendo el encuentro.

Y escuchó este corazón también a las sirenas que saludaban desde el lago cercano, afinó sus sentidos para comprender el mensaje de aquellos seres… “Cuéntanos tus procesos, entréganos tu dolor, tu tristeza,… con nuestra hermana agua te limpiaremos.” Y así, tomando conciencia de esta gran ayuda ofrecida por las sirenas, antes de retirarse, se despidieron con un amoroso gesto, honrándose ambas partes y agradeciendo el encuentro.

Aquél corazón, sin perder la sonrisa, escuchó a cada uno de los seres que vinieron a hablarle… y sonriendo, se levantó de aquella roca en la que estaba sentado y caminó por la montaña de forma armoniosa, sin hacer mucho ruido para que los duendes y las hadas no se asustaran, abrazando a los árboles, contándole a las sirenas aquellos sentimientos que aún le atormentaban… y bajó la montaña así, sonriendo.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Y si... ¿todo va bien?

Aterricé en Madrid después de casi veinte días de intensas vivencias en la Isla del Sol, Tierra Sagrada en el Lago Titikaka.
Siento el agradecimiento en mi interior... regado con el Amor de la PachaMama e iluminado por el gran Sol que llega hasta estas tierras...
Cuando sonríes en cada instante por sentirte afortunad@... es que todo va bien.
Cuando sientes vacío tu interior, que no es vacío, que es plenitud... que es el callar de la montaña rusa emocional... que es escuchar tu centro, tu esencia... es que todo va bien.
Cuando en cada pisada por esa Sagrada Isla sientes el acogimiento y el mecer de la Tierra... es que todo va bien.
Cuando en cada lugar donde posas la mirada descubres... la Vida... es que todo va bien.
Cuando en cada lugar donde abres tus oídos, percibes la armonía del Universo... es que todo va bien.
Cuando en cada lugar donde posas tus manos, sientes la sonrisa de quien es acariciado... es que todo va bien.
Cuando el viento recoge todos tus sentires, sonrisas, amores,... y los decide llevar a otros confines del mundo porque, a su juicio, piensa que pueden ayudar a otros seres... es que todo va bien.
Cuando te permites llenar del verde de los árboles...
Cuando te permites llenar del trino de los pájaros...
Cuando te permites llenar de los suaves rayos del sol...
Cuando te permites llenar de la fuerza de la Tierra...
Cuando te permites Recibir... es que todo va bien.

Y así, sintiendo que todo va bien, continúo mi caminar... de la mano de mis herman@s, porque sola... sola no podría ser...

GRACIAS  HERMAN@S

sábado, 5 de abril de 2014

¿Me ayudas?

Una imagen…una persona se acerca sonriendo en la mirada, sonriendo en el corazón, sonriendo en el cuerpo…y te da la mano.

Cuando alguien pide ayuda, ha de sentirse en la capacidad de recibirla…abrir su corazón, sus brazos, su alma... Ha de abrirse a recibir lo que la otra persona es capaz de dar, de ofrecer…sin juzgar ni opinar sobre la forma de la ayuda, sobre el color de la ayuda, sobre el movimiento de la ayuda… Ha de entregarse… abrirse… confiar en que la persona que viene a ayudar va a dar lo mejor de sí para ese fin.

La persona que ayuda… la persona que ayuda ha de sentirlo, centrarse en su corazón, escuchar la demanda de la persona y sinceramente ofrecerse si así lo considera… Buscar entre sus dones, habilidades, cualidades y ofrecerlas con AMOR para ese fin. Si sinceramente observas que no puedes ayudar… no lo hagas. Sería una falta de respeto a la persona que está confiando en que entregarás lo mejor de ti. Sé sincero.

Cuando tomas la decisión de ayudar a alguien, se activan todos tus dones y cualidades para ese fin y te entregas en totalidad a ello. Entras en acción.

Y entonces ocurre… ocurre que surge esa imagen… la persona va a ayudar sonriendo en cuerpo, corazón, alma y mente, tendiendo su mano, sintiéndose muy agradecido por tener la oportunidad de desplegar sus cualidades… Viviendo esta experiencia compartida de la mano con otra persona… aquélla que gritó una llamada, aquélla que recibe la mano, sonriente, confiando en que juntos serán capaces de crear algo nuevo, distinto, mágico… que no hubiera podido surgir si lo intentan por separado…


Pedir ayuda es un acto de Humildad, darla… también

sábado, 29 de marzo de 2014

Sólo a veces...

Y hay veces que la vida pasa... y de una forma anónima dejas impregnados los corazones de tu alrededor, los que convivieron y coincidieron contigo.

A veces pasa... a veces pasa que sólo se enteran unos pocos de lo grande que fuiste, de la inocencia que expresabas, de la sorpresa, de la humildad, del amor y el respeto con que simplemente viviste.

A veces pasa... a veces pasa que sólo unos pocos son los que se impregnan de tu presencia, de tu sabiduría.…

A veces pasa... a veces ocurre que tu vida en el anonimato es capaz de cambiar otras vidas, las de unos pocos que estuvieron a tu alrededor y te escucharon, te sintieron, se tomaron un tiempo en sus vidas para escucharte, para sentirte, para acompañarte.

A veces pasa... a veces ocurre que una vida en el anonimato es grandiosa, es completa, es perfecta.

A veces pasa... a veces pasa que no es necesario llegar a grandes masas que revolucionen un país, una sociedad, un mundo... y, sin embargo, cambiar el mundo de unos pocos que estuvieron ahí contigo.

A veces pasa... a veces ocurre que el “trabajo de tu vida” está bien hecho, de una forma sencilla.

A veces pasa... a veces ocurre que es en los últimos años cuando despiertas a la vida y llenas de vida a los corazones más allegados, y eso está bien.

A veces pasa...veces pasa que cuando haces lo que viniste a hacer, marchas en Paz y dejas todo en Paz.

A veces pasa... a veces pasa que las cosas salen bien.

Gracias Abuelo

(Ramón Garrote)


Relájate en la vida y permite que tus dones y cualidades afloren de forma natural, sencilla... los que estén atentos, al verte, al sentirte, al escucharte, aprenderán de ello.